Un Presidente "plumafónico"

Un Presidente “plumafóbico”
Publicado el 28 de March, 2007 en Editorial, Columnistas, Susana Sechi
“Esos que escriben, que escriban lo que quieran”, repite el Presidente, “… mejor vayan a estudiar, esos que escriben cualquier cosa”, “… no les tengo miedo”, despotrica permanentemente en sus repetitivos discursos desafiantes, los que han adquirido tal ironía que apela a la caridad cristiana.
Sin embargo la semana pasada los sitios de Internet críticos a su gestión fueron atacados, dentro de una agresiva campaña de destrucción masiva de la libre expresión.
“Derechos deshumanos”, “Penguin news”, “Política y Desarrollo” y “Diario 7″ resultaron víctimas del insaciable plan para anular toda discrepancia con el régimen absoluto.
Por medio de este planificado desgaste que ejerce la censura del totalitarismo, la que parece no comprender la solidaridad de todos los que unidos actúan en defensa de los principios republicanos, en la poca racionalidad de estos atentados que intentan desde el odio doblegar la persistente actitud de los ciudadanos, que armados de sus plumas denuncian ilegítimos procedimientos de un Presidente en su carrera desestabilizadora de la opinión pública, destinada a substituir los ideales patrióticos por sus revoluciones ideológicas.
En plena desobediencia a lo establecido en la Constitución Nacional se violan los derechos mas elementales, imponiendo deliberadamente un uso selectivo de un servicio público como Internet, pero la red cuenta cada día con mas lectores comprometidos con esta lucha soberana que no reconoce límites geográficos, extendiéndose por el mundo y compartiendo el mismo ideario de libertad.
Si esto es la transparencia de gestión, vivir en democracia, con un gobierno que dice realizar en su ejercicio todo lo que el pueblo pide, se deberá pensar que una disfunción psíquico afecta al Señor Kirchner quien parece escuchar otras voces, no las que reclaman la plena vigencia del estado de derecho, el que hoy se encuentra afectado por la suma del poder público concentrado en ese Presidente obsesionado con la aniquilación del cuerpo social.
Si lo que se busca es encontrar culpables al fracaso de gestión, bastará un espejo para reflejar la imagen del responsable y artífice de la decadencia de un país que no merece seguir dirigido por un ídolo de papel pintado, el que no representa a esa Argentina que alguna vez supimos conseguir.
Nosotros no le tenemos miedo Señor Presidente y las plumas seguirán escribiendo su tan temida verdad, aunque a usted no le resulte conveniente.
Autor: Susana Sechi, Directora de La Historia Paralela.