miércoles, 11 de abril de 2007

VERGUENZA NACIONAL.

Los blindajes truchos" en los patrulleros de la Policía Bonaerense.-
Se trata de la adquisición supuestamente irregular de alrededor de unos 500 móviles que utiliza la policía bonaerense sobre los que, tal como anticipó en exclusiva este portal a fines de marzo, se realizaron pericias balísticas en los paneles de las puertas, y los disparos traspasaron el móvil “de lado a lado”.
Sugestivamente, la causa judicial que tramita por ante la Unidad Fiscal de Delitos complejos de La Plata a cargo de los doctores Esteban Lombardo y Carlos Arguero, había sido archivada pero finalmente se reabrió su tramitación ante la contundencia de la denuncia.
Pero además, según pudo saber este portal, en las próximas horas estarían anexando a la causa otra denuncia por una ‘irregularidad’ similar, aunque, esta vez, sobre otros 1.500 vehículos que actualmente están en poder de la policía provincial.
Voceros judiciales reconocieron oficialmente las irregularidades constatadas, al menos, en una decena de móviles que fueron tomados ‘al azar’ de la flota de unidades pertenecientes a la fuerza de seguridad bonaerense a cargo del Ministro de Seguridad Dr., León Arslanián.
Móviles blindados con telgopor
Más que 'corazón con agujeritos' se asemejan a un colador sobre ruedas
Mezcla rara de viveza criolla con algo de preocupante desidia, los rumores, -con forma de queja pero sostenidos en la Justicia- que corrieron hacia el interior de la Policía Bonaerense, dejan al descubierto algo que, en el mejor de los casos, podría ser un ‘alarmante’ descuido por parte de las autoridades del ministerio de Seguridad bonaerense: la existencia de supuestos móviles blindados que no son tales.
O sea, coches que fueron adquiridos y abonados como ‘blindados’ que, no obstante, se asemejarían mucho más a un colador en caso de exponerse a disparos de arma de fuego.
Lo cierto es que el rumor, lejos de ser de pasillo, habría llegado hasta la Justicia –tras recalar en la fiscalía de delitos complejos desembarcó en un juzgado de garantías- en el marco de una denuncia que revelaba supuestas irregularidades en la adquisición de vehículos blindados a una empresa sobre la que pesaban dos sospechas: que no tenía autorización por parte del RENAR para hacer esa tarea y que, para peor, buena parte de los vehículos adquiridos como tales no estaban blindados.
La información fue confirmada al menos por tres fuentes. Alguna, incluso, fue más allá en la revelación de las particularidades de la denuncia. Reconoce que en el marco de esa causa judicial iniciada por un ex funcionario de Seguridad -que antes de ‘irse’ inició un sumario interno para deslindar responsabilidades- en los últimos días, peritos realizaron pruebas balísticas sobre dos móviles policiales ‘secuestrados’ al azar para ese fin.
Y el resultado de las mismas, según obra en las actuaciones judiciales, abonan aquella sospecha: veinte disparos que se le hicieron en los paneles de las puertas a los vehículos supuestamente blindados, traspasaron de lado a lado el móvil objeto de la pericia.
Qué podría pasar si los disparos, en lugar de ser de los peritos, fuesen de delincuentes comunes y se encontraran con personal policial dentro?. La respuesta a esa pregunta, precisamente, caldea el ánimo de los uniformados.

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