LA MIRA EN EL DELITO.

------Sorpresa y desconcierto causaron las declaraciones del gobernador Felipe Solá en relación al incremento de los hechos delictivos. Imposible olvidar que hace muy pocos días desde el Ministerio de Seguridad se afirmaba todo lo contrario. Palabras que, por otra parte, también conocieron el matiz del descrédito generalizado a la luz del conocimiento cotidiano del derrame de una extensa gama de delitos: robos, asaltos, muertes.
Lo que más ha sorprendido de las palabras del ingeniero Solá es la explicación que ensaya como factor emergente de los sostenidos ataques que sufre la seguridad.En lo que puede considerarse un peligroso reduccionismo, el gobernador afirma que se roba más “...porque hay más para robar (...) el crecimiento económico revela problemas, hay más gente moviéndose, trabajando, hay más movimiento de mercadería, más plata... Es decir, hay más pasto para la delincuencia.”Lo más absurdo de todo esto es que hasta hace muy poco se ubicaba a la pobreza y la marginalidad como factores desencadenantes del delito (Y en buena parte lo es). Conceptos que, por otra parte, se desgranaban desde la misma administración de gobierno. Posiblemente el ingeniero Solá pueda decir que no quiso decir lo que dijo, pero el impacto desconcertante ya está instalado. La palabra de un gobernante tiene un peso innegable y por ende la responsabilidad de sus dichos es mayor a la de cualquier ciudadano del común.Declaraciones como éstas parecerían encaminadas a desviar el eje de la cuestión. En lo que atañe a la seguridad hay que considerar factores endógenos y exógenos a la comunidad organizada. Una sociedad conflictuada -y la argentina lo está, como tantas otras- no puede permitirse reducir la transgresión a las normas de convivencia -que tiene en el delito a su máximo exponente- a la circunstancia de que se sucedan mejores o peores condiciones de bienestar material. Porque entonces estaríamos bajo el poder de una “economocracia” relegando valores superiores. O hacemos un mundo para todos o un día el mundo se tornará insufrible para todos.